Además de su hermosura, el caballo es uno de los animales domésticos que más ha prestado servicios a la humanidad y que más influencia ha tenido en su historia.
Las nuevas generaciones -como la tuya- acostumbradas a los avances tecnológicos, seguramente ni se lo imaginan. Pero el caballo ha sido durante siglos un animal importantísimo en el desarrollo del hombre, desde que -en tiempos antiguos- se le domesticó para aprovechar su carne hasta que se transformó en un animal indispensable de silla, tiro y carga. Sin él no se habrían producido las grandes conquistas ni emigraciones, tan cotidianas en siglos pasados. Además, con su ayuda se han establecido rutas comerciales, trabajado tierras y movido vehículos.
Características
El tamaño de este animal varía según la raza. Así, los grandes caballos de tiro pueden medir un poco menos de dos metros y los ponis no sobrepasan el metro de altura.
La cabeza de estos animales es alargada, sus ojos son grandes y están situados a los lados, y las orejas son móviles y puntiagudas.
Las patas de los caballos terminan en un solo dedo protegido por una pezuña o casco, que es un elemento de adaptación a la carrera.
El pelo de este animal es corto, menos en la cola, frente y cuello, donde forman largos mechones llamados crin. Su color es variable y según éste reciben diferentes nombres, como alazán (rojizo), sabino (alazán con manchas blancas), bayo (castaño claro), etcétera.
Los machos tienen 40 piezas dentales y las hembras 36, ya que éstas últimas carecen de caninos.
La alimentación de los caballos consiste básicamente en cebada, paja, avena y un poco de pasto fresco en primavera.
Este animal es muy inteligente y valeroso, y no vacila en hacer frente a otros animales, aunque exista mucho peligro. Pare eso se defienden dando coses con las patas traseras y mordiscos con su potente dentadura.
Los caballos pueden vivir hasta los 30 años. Los machos que se utilizan como reproductores se les llama sementales, las hembras se denominan yeguas, y a los más chicos les dicen potros o potrancas (según el sexo).
Respecto a la reproducción, ambos sexos alcanzan la madurez sexual a los dos años; sin embargo, no se emplean con fines reproductivos hasta los 3 años. El período de gestación dura unos once meses y la hembra pare una única cría; el nacimiento de gemelos es algo excepcional, así como los partos de tres o más potros.
Clasificación científica
Los caballos pertenecen a la familia de los Équidos, dentro del orden de los Perisodáctilos. El tarpán se clasifica como Equus caballus gmelini, el caballo de Przewalski como Equus przewalskii y el caballo doméstico como Equus caballus.
Características generales
Los caballos forman parte de la familia de los équidos, y se encuentran dentro del orden de los perisodáctilos. Según la clasificación científica, el equino doméstico se denomina equus caballus, el de przewalski es llamado equus przewalskii y por último el tarpán denominado equus caballus gmelini.
Es un mamífero perteneciente al orden de los ungulados imparadigitados. Y forma parte del grupo de los herbívoros por alimentarse principalmente de hierbas.
Se caracteriza por su fuerza, nobleza, energía y valor. Es destacable también la clara comprensión de la voluntad de su amo y el placer de someterse a esta, tales son sus principales condiciones. Es considerado un animal de extremada ligereza y esto forma parte de las características remarcables dado su volumen.
Su mayor desarrollo es adquirido a la edad de cuatro años y la esperanza de vida del caballo varía entre los veinticinco y los treinta años, pudiendo extenderse pero no demasiado.
Existe otra clasificación, según la dimensión del equino. Esta abarca a los caballos pesados, los ligeros y los miniatura. Los que se denominan pesados, se encuentran arriba de los seiscientos cincuenta kilogramos y generalmente presentan líneas fuertes y algo toscas. Los caballos de tiro se encuentran dentro de este primer grupo por ser grandes y fuertes. Generalmente son utilizados para jalar carretas y para realizar labores en el campo. En el segundo grupo ubicamos a los caballos ligeros cuyo peso es menor a los seiscientos cincuenta kilogramos, poseen líneas ligeras y bien proporcionadas. Son utilizados para la monta, es decir para salto, carreras y paseos. Por último los caballos conocidos comúnmente como póneis corresponden al grupo de los equinos miniatura, que poseen líneas cortas. Entre los más pequeños se encuentran las razas Shetland y Falabella.
También se pueden clasificar en: caballos de sangre fría, de sangra caliente y de sangre tibia. Los primeros son de temperamento muy tranquilo, por lo general aquellas razas como el Percherón y el Clydesdale, entre otras, se ubican dentro de ente grupo.
Los caballos de sangre caliente son de temperamento alerta y nervioso; dos de las razas características correspondientes a este tipo de equinos son la Árabe y la Pura Sangre Inglés. Los comúnmente conocidos como warmblood son razas obtenidas de la cruza de caballos sangre fría con sangre caliente. Estos equinos, denominados de sangre tibia, obtienen del primer grupo su tranquilidad y docilidad y del segundo su agilidad y ligereza. Las razas más conocidas son las de origen alemán como el Hanoveriano, el Westfaliano y el Trakener; pero existen otros países, como Holanda y Méjico, que también poseen razas con dichas características.
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